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Reforzar las operaciones mediante la cualificación en soldadura

En el panorama en constante evolución de la industria manufacturera, no se puede exagerar la importancia de la calidad de la soldadura. La precisión y el cumplimiento de las normas son fundamentales.

No se trata sólo de unir metales; se trata de garantizar la integridad de las estructuras y los equipos, especialmente en industrias en las que la presión y la seguridad son factores críticos. Aquí es donde entran en juego la certificación y las cualificaciones en soldadura como un aspecto crucial de las operaciones.

La calidad de las operaciones de soldadura es un aspecto crucial de unas prácticas sólidas de fabricación y construcción. Una soldadura deficiente puede provocar fallas estructurales, retiradas de productos y pérdidas económicas significativas, sin mencionar el potencial de lesiones o pérdida de vidas en casos graves. La certificación, ya sea para procedimientos de soldadura o de los operadores de soldadura, significa que sus soldadores cumplen los estrictos criterios establecidos por las normas del sector y los organismos reguladores. 

¿Qué tipos de cualificaciones de soldadura existen? 

Las cualificaciones de procedimientos de soldadura validan que las soldaduras cumplen los requisitos de propiedades mecánicas, garantizando la solidez estructural de los componentes fabricados. Estas cualificaciones abarcan diversos parámetros, como materiales, espesores, aportes de calor y configuraciones de juntas, adaptados a necesidades de producción específicas.  

Del mismo modo, las cualificaciones de los operarios de soldadura determinan la habilidad y competencia de los soldadores para producir soldaduras de calidad. Estas cualificaciones se basan en materiales, consumibles, procesos y posiciones de soldadura, garantizando la coherencia y fiabilidad de la calidad de la soldadura. 

Pero, ¿por qué es tan importante la certificación para el sector? 

Los beneficios de la certificación son diversos. Al emplear soldadores certificados, las empresas mejoran la competencia y la productividad de la mano de obra, con lo que ofrecen productos de alta calidad a los clientes. Además, el cumplimiento de las normas del sector fomenta la confianza en la marca, lo que infunde seguridad a los clientes y abre nuevas vías comerciales. 

Para las empresas que fabrican equipos a presión sujetos a directivas reglamentarias como PED o PESR, la certificación no sólo es beneficiosa, sino obligatoria. El cumplimiento de estas normativas exige procedimientos de soldadura certificados y soldadores cualificados, validados por organismos acreditados. 

El proceso de certificación no es exclusivo, sino inclusivo. Acoge a candidatos que hayan recibido formación o posean experiencia industrial pertinente. Además, ofrece a las personas la oportunidad de demostrar su competencia mediante rigurosas pruebas de cualificación. Algunos ejemplos de normas de pruebas de cualificación son la serie BS EN ISO 9606 para diversos materiales y el Código ASME de Calderas y Recipientes a Presión para cualificaciones completas de soldadura y soldadura fuerte. 

A medida que aumentan los retos que plantean las cadenas de suministro globales y el cumplimiento de la normativa, demostrar su compromiso con las partes interesadas resulta cada vez más valioso. Al dar prioridad a la certificación de soldadura, las empresas pueden garantizar la seguridad, fiabilidad e integridad de sus productos, asegurando así su reputación y éxito en un mercado competitivo. 

 

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